Evangelio
La gente preguntó a Jesús: “¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: ‘Les dio de comer el pan bajado del cielo’”. Jesús respondió: “Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo”. Ellos le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan”. Jesús les respondió: “Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed”.
Comentario
Cristo es la respuesta a nuestras hambres más profundas. Cristo es nuestro pan, nuestro alimento, nuestra riqueza, el sentido de nuestras vidas, que nos acompaña en el viaje de la vida.
Oración
Señor, Dios amoroso:
Tu Hijo nos ha alimentado con el pan de vida de sí mismo.
Danos siempre este pan. Que Jesús calme nuestras hambres más profundas: hambre de todo lo bello, bueno y verdadero. Que él sea para nosotros el pan de inmortalidad que nos sustenta en el camino de la vida.
Por tu Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos.
Amén
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